Las mujeres están acostumbradas a autoanalizarse al menos desde los años sesenta, con la aparición del feminismo, el cual se vio disminuido tras la II Guerra Mundial, cuando el imperio del hombre guerrero eclipsó las necesidades del otro sexo y la aspiración a la emancipación de la mujer. El estallido de la I Guerra Mundial tuvo enormes consecuencias en las relaciones entre los sexos. Alejados los varones en el frente de batalla, algunas mujeres ocuparon puestos de trabajo que quedaron vacantes. Este contacto con el ámbito laboral les permitió saborear las mieles de la independencia económica. Además, estas mujeres lograron hacerse visibles en el espacio público, exigiendo igualdad de derechos; por lo que fueron percibidas por muchos hombres como una amenaza al poder social y económico que éstos habían capitaneado.
Alfons Mucha, artista perteneciente al Art Nouveau nos muestra esta obra con influencias neoclásicas, relieves celtas y medievales, flores exuberantes; donde el principal personaje es una mujer joven, hermosa y saludable. Su silueta es delgada, sin formas exageradas y se esconde detrás de ese vestido artesanal, es decir, que retoma la vestimenta renacentista y se inspira en la sinuosidad de la naturaleza (característica de este movimiento). El Art Nouveau es un periodo artístico de finales del siglo XIX y principios del siglo XX; se desarrolla principalmente en la decoración, la arquitectura, y algo de pintura. En cambio, el movimiento Arts and Crafs, anterior al Art Nouveau, es un periodo principalmente de objetos destinados a la decoración, con la intención de promover las artesanías de calidad.
Cómo es posible que en una época de cambios sociales para los géneros humanos un autor nos muestre una mujer asustada, atrapada y con todas las características del feminismo antiguo; mismas que iban en contra de todo lo que el feminismo intentaba lograr.
Emmeline Pankhurst siendo arrestada
El beso de Klimt es un cuadro que refleja el abrazo amoroso; la doncella parece una muñeca, un ser sin vida, es un abrazo en el que el principio masculino y femenino se funden, pero dicha fusión entraña la destrucción del otro. Es un abrazo desesperado en el que se manifiesta lo inamovible, la falta de esperanza ante la pérdida de una relación amorosa. Antes que amantes, más bien parecen un par de mantis religiosas cada una intentando devorar a la otra. Recordemos que la mujer pasiva o cautiva era, en el proceso de ser reemplazada en el arte europeo por su arquetipo rival; la mujer dominante, la mujer que todo lo devora y que el sadismo del romanticismo se convierte aquí en masoquismo. El tema de la pareja a menudo es usado por los artistas expresionistas, ya hemos visto como el sexo puede ser considerado como algo análogo al arte; una primitiva efusión de energía.
1 comentario:
La verdad me parece una interpretación del cuadro que no respondo a la "verdad del cuadro" por lo menos para mi y para tantos otros.y qué es la verdad? cuál fue la intención del artista? vosotros debeis saberlo!!!
mala interpretación!
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